domingo, 1 de noviembre de 2009

Un Juicio Pasional

-¿Qué puede alegar a su favor?

Disculpe su señoría, no me parece una pregunta pertinente. Acabo de jurar solemnemente ante la biblia que mentira alguna no profesaré.No puedo alegar nada a mi favor.

-Corrijo mi pregunta entonces, ¿Qué puede alegar?


Sabe usted, no es cuestión de alegar o exponer mis echos para fundar alguna pretensión.No creo poder alegar algo en contra o a favor mío, creo que los hechos son claros y no hay nada ya que pueda exponer.

Hoy me declaro culpable, por el delito de sofocación pasional.

Yo mismo me encargué de ensalzar y atizar su corazón, llenarlo de éxtasis y así poder conducirlo al nirvana.

Yo mismo me encargué de darle rosas por su onomástico, decirle que la amaba con todo mi ser y escribir poesías con versos infinitos para su deleite.

Yo mismo me encargué de preparale cenas románticas, darle caricias y manifestarle su beldad en todo momento.

Yo mismo me encargué de satisfacer toda necesidad corporal que manifestó...

Yo mismo me encargué de... todo..

Siempre fue una musa para mi, disfruté todo momento a su lado, la besé, la toqué, lloré con ella y nunca
la abandoné.Por todos estos motivos me declaro culpable.

Culpable de hacerla sentir cada vez mejor.


-o-

Hoy fui condenado por todo aquello que creí que estaba bien. ¿Qué es lo que hice mal?

Sólo llego el fin de un día para otro. Puedo llamarlo quizá un balazo letal.

Los juegos están prohibidos, he aquí el resultado.

MALDITA.





P.D: Basado en hechos reales.

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